Importante sentencia que he escogido como titular de mi post y que pertenece a una Cubana inmigrante en Estados Unidos, especializada en «storytelling» o contar historias. Ella se llama Carmen Agra y al final de mi texto y de mi historia lo podrán ver y disfrutar. Hoy mi historia va de personas que he tenido la fortuna de conocer y la enorme suerte de aprenderlas y me invento esta palabra porque cada una de estas personas me han enseñado algo diferente, pero todas también me han demostrado que con pasión y desde lugares, niveles, edades, géneros, creencias y experiencias diferentes, todas ellas tienen la misma pasión que las hace singulares.
A todas las conozco personalmente, algunas las considero amigas y a otras aún no, pero se que terminaremos siéndolo, porque nos une un vínculo indivisible: la pasión en lo que creemos.
La primera persona de esta lista totalmente intencionada se llama Carmelo Di Bartolo y si no hubiese tenido la oportunidad ofrecida por la UPE del ITC donde está mi empresa, posiblemente no hubiese tenido la oportunidad única de compartir con el, más allá del conocimiento entre profesor y alumna. Fueron tres días de un intenso aprendizaje compartido, de descarga de adrenalina, de quererme y de sentir que valía la pena lo que hacía. Fue descubrir que nunca dejamos de sorprendernos y de agradecer que en esta vida tan compleja existen personas que siempre te animan a seguir, a luchar a descubrir y a INNOVAR con todas las letras. Pero Carmelo Di Bartolo me enseñó mucho más, me demostró, usando como ejemplo a la propia naturaleza, cómo todo lo que nosotros hacemos ya está creado y esta ciencia se llama Biónica y gracias a ella, interesantes proyectos de Diseño Industrial adaptan las formas usando la tecnología implícita en la propia creación y lo más importante, que el Diseño debe formar parte de nuestro entorno como si fuese una prolongación de nuestra existencia.
Ahora, cada vez que veo una hoja veo la Red Internet y cada vez que estoy en la red me acuerdo de Carmelo un profesor que en tres días cambió mis esquemas y afianzó nuestras ilusiones en la construcción de nuestra empresa. Y Carmelo no está en Facebook, ni en Twitter ni en Linkedind, le basta con su correo electrónico (unos cuantos al día), le basta con su página web, a mi gusto con una urgente necesidad de actualización.
Pero Carmelo Di Bartolo no necesita mucho para atraer, el lidera una empresa llamada Design Innovation que está en Milán y en Las Palmas de Gran Canaria. Y su equipo trabaja de la misma forma que tantas veces hemos visto trabajan en el MIT (Massachusetts Institute of Technology), y diseñan un entorno urbano como Telde o la última carrocería de Fiat o un Parque eólico cromático. Puede que no tengan tantas entradas en Google como el MIT, pero su labor es para mí rompedora y ejemplificante.
En Design Innovation saben lo que es trabajar en equipo y los entornos colaborativos y nos demostraron que en el mundo offline, la Innovación también se logra colaborando. Cuando publique este post, quedarán pocas horas para volver a ver a mi profesor, Carmelo di Bartolo, esta vez como invitado al Congreso de Turismo de Tenerife.
De mi lista de personas también quiero hablar de Roberto Carreras, Dolors Reig, Ana María Llopis, Gaby Castellanos, Patricia Araque, Antonio Collado, Yael Hernández, Laura García y Eduardo Dávila. Pero la hora no me permite seguir y sé que otros días tendré para hablar de ellos.
Les dejo con el vídeo que les anuncié porque merece la pena escuchar la pasión de esta latina que casualmente se llama como yo: Carmen 🙂
NOTA: Para ver los subtítulos en castellano, pinchar sobre el hiperenlace en rojo: «View subtitles» y seleccionar «spanish».
Deja una respuesta