Sí, desde hace unas semanas tengo un novio virtual. Bueno, así lo llamo porque él lo fue, cuando tenía 18 años y él 22.
Lo llamé siempre Gabriel, aunque no es el nombre por el que lo conocen y después de más de 30 años contactó conmigo por Linkedin. Para ser sincera no es el primer ex que lo hace y me alegra porque el tiempo todo lo cura y los recuerdos bonitos perduran y te alegran el presente.
Nos separan miles de kilómetros, pero el maravilloso Internet nos ha vuelto a unir, como a cientos de personas en el mundo. Aunque la diferencia horaria es un inconveniente, existen momentos donde podemos hablar, reirnos, llorar y recordar lo que fue y hasta lamentar lo que no pudo ser y que ahora con más de 50 años podemos desvelar.
No hay más y no habrá más porque tampoco buscamos nada más que disfrutar de poder conversar con mayor cercanía, gracias a nuestra pasada intimidad blanca y adolescente. Mi novio virtual es eso, totalmente virtual. Nuestra vida personal es otra y es tan compatible que no hay celos ni exigencias.
Está claro que no hablo de una relación al estilo que ustedes pensaron, pero me encanta.
Hay gente que no cree en las relaciones forjadas en Internet pero soy el ejemplo de que esto no es cierto.¿Saben cuántas personas hoy en día conozco personalmente gracias a Internet? Algunas mucho más cercanas que otras.
¿Son mis amigas? Bueno, digamos que con algunas de estas personas soy más cercana, pero también es cierto, que el tiempo no me acompaña y personas como mi hijo y mi madre son prioritarias y mi trabajo fundamental. De vez en cuando cae una cerveza, una reunión de networking, etc, pero créanme, he salido y mucho, así que ahora toca disfrutar de otras cosas.
Soy afortunada, está claro y descubrir Internet ha sido y es una enorme ventaja en todos los sentidos. Gracias a su uso y al esfuerzo de estar en él, hasta he podido volver a reencontrarme con colegas periodistas de la Universidad Católica Andrés Bello y formar parte de Latinfluencers.com. Así que espero en el 2016 que nos volvamos a reencontrar en Miami.
También es cierto que soy bastante poco dada a establecer relaciones amorosas a distancia y son mucjas las ocasiones en que de repente un sujeto desconocido contacta contigo para ¿mantener una relación? ¿basada en qué? ¿en mis videotutoriales? en fin, situaciones poco creíbles que no me apetece mantener. Una cosa es un novio virtual, otra una relación real mantenida a distancia, esto seguro que me aburriría y no le vería ningún sentido ¿o es que nos olvidamos de la piel? ¿del contacto físico? ¿de esa mirada, de esos momentos juntos?
No se equivoquen y no piensen en virtual cuando lo que necesitan es una compañera o compañero de vida, eso mejor muy cerca.
Deja una respuesta