Carmen Martín Robledo

No somos obreros: somos periodistas

Hoy estuve en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna, dando clases a un grupo de alumnos del último año de Periodismo y mi papel era explicarles en un Taller práctico algunas herramientas de investigación que existen en el Social Media. Fue una clase interesante porque además ofrecí la visión de la empresa sobre el futuro y las oportunidades que pueden encontrar si consiguen un espacio en la Red o trabajando para otros en ella, más allá de los medios convencionales. Además se organizó un interesante debate donde los alumnos hablaron de lo que hacen en el Social Media y lo que quieren hacer, aunque en este sentido muy pocos tenían claro qué futuro querían crear.

Finalizada la primera clase, me reuní con la Decana de la Facultad, Carmen Rodríguez Wangüemert mujer convencida en el cambio de concepción del periodismo tradicional, y conocí al Jefe de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Gonzalo Pérez Ponce conocerlo ha sido un descubrimiento y minutos después me había llevado a una Conferencia ofrecida por Juan Luján, conocido periodista en Canarias, en medios televisivos y ahora en Canarias Ahora Radio. Como el dijo en la conferencia lleva 18 años siendo periodista en Canarias y le importa Canarias.

A mí me importa Canarias también y mucho y soy la empresaria que habló en esta charla, porque la visión de un grupo de graduados recientes sobre el mundo del empresario no me gustó porque obviamente hablaban de mí. Se generó un debate sobre el «empresario» explotador y los derechos de los trabajadores, citados como los «obreros» de la información. Inclusive dieron consejos a los nuevos estudiantes, para que cumplieran con su horario laboral ya que perfectamente se puede ser periodista y terminar el trabajo a las seis de la tarde. Mientras escuchaba todo esto, sentía que dentro tenía una especie de olla express a punto de estallar.

Escuché a una periodista cuya experiencia profesional se centra a unos meses en Televisión Canaria, que hay que hacer valer tus derechos y ser consecuentes con la objetividad de lo que cuentas y que no tienes por qué aceptar directrices del empresario. Y recorde los cientos de veces que me enfrenté con situaciones de este tipo, las veces que renuncié a un empleo por no estar de acuerdo con «la línea editorial» del medio o por ver de frente la corrupción e irme de Venezuela porque no es lo que yo quería para mi vida. Así que se de lo que estaba hablando y se que ahora como empresaria comunico lo que puedo e informo lo que puedo, hasta que en mi blog personal que es este, digo lo que quiero.

Me llamó la atención la visión sindical de Juan Luján (al ver su blog me he dado cuenta que es su línea editorial como el dice) y es algo que me preocupa al ser un referente para la gente joven, porque estoy convencida que el cambio solo se logrará si nosotros somos los primero en cambiar los esquemas y para ello además de importarnos Canarias nos debe importar el mundo que para mi en parte está representado en el Social Media y más que pensar en la defensa del trabajador que parte de los sindicatos, comenzamos a luchar por un criterio basado en la comunidad y en un mundo plano o más horizontal, respetando claro está, la diversidad y la diferencia de criterios y el papel fundamental del empresariado como creador de puestos de trabajo.

No pude callarme (craso error) y tuve que enfrentarme con una pocisión que no querían escuchar: me levanté y comencé diciendo que evidentemente era la única empresaria de la sala y que la realidad era totalmente diferente a lo que estaban escuchando, porque los medios de comunicación tradicionales están desapareciendo y porque de todos los que estaban allí muy pocos iban a tener la oportunidad de trabajar en los medios de comunicación en los que había trabajado o trabaja Juan Luján.

Sobre lo que se dice cuando eres periodista y hasta donde puedes llegar, también hablé, porque cuando se habla de «libertad» a la hora de decidir que decir no tenemos en cuenta que si trabajamos para un medio de comunicación que es una empresa privada, el criterio de esa empresa primará sobre lo que queramos decir y que esto siempre ha pasado.  Obviamente no gusta y tiempo después recordé que yo tenía quizás la misma ilusión por la «objetividad» de la información transmitida, hasta que poco a poco y a fuerza de buscarla, terminé creando un blog que por los momento me permite escribir como ahora mismo lo estoy haciendo.

Precisamente me han criticado y me critican y mis amigos me aconsejan que sea menos directa y sincera en lo que digo, porque tengo una empresa y porque vivo de ella, pero con 47 años he logrado que esto no sea así y quizás ahora sería directiva de algún medio en Venezuela (me fui siendo Jefa de Informativos de Unión Radio) pero no era lo que quería y hoy se que siempre fui emprendedora y está claro que muchos de estos futuros periodistas pueden y deben buscar su espacio más allá de las mínimas posibilidades que hoy en día les ofrecen los medios de comunicación tradicionales.

Juan Luján (esto va dirigido a ti) el emprendimiento NO es el futuro, es el presente necesario y si quieres defender al colectivo creo que ha llegado el momento de comprender que se ha cambiado y que no hablo de política, hablo de la sociedad que hoy existe y que se mueve desde eso que diste como un ejemplo en 30 segundos y que tendría que haber sido el centro de tu debate. El caso de la Noria y la publicidad demuestra que la Sociedad ha cambiado, que los medios pueden no tener el poder siempre y que en el Social Media hay una fuerza que debe ser tomada en cuenta y debe usarse porque tenemos que formar parte de ella.

Si gente que no supera los 30 años centra su discurso en sus derechos y no en sus deberes, comenzamos mal y desde luego yo como empresaria no los contrato. Cuando me gradué de periodista salí con la misma ilusión que ahora tengo y por supuesto que nunca pensé que era obrera, porque creo en lo que hago y porque antes de plantearme un horario me planteé comunicar al mundo informaciones que sirvieran para algo y creo que lo logro de manera muy digna en mi empresa, sin ser publicista.

Me preguntaron muchas veces si comunicaba o informaba, me preguntaban si era publicista y respondí varias veces que no lo era, pero para mí Juan Luján, ser comunicadora implica informar y por supuesto que «vender» desde el punto de vista de «atraer» a los usuarios hacia mi información. Es un error en esta época seguir pensando en una Facultad que separa la comunicación de forma tan tajante porque todos los que comunicamos obviamente queremos informar sobre algo y si competimos tenemos que saber vender esa información.

Finalizo diciendo lo que es obvio para muchos que me conocen por las Redes Sociales, defiendo la ética, defiendo la libertad, lucho por mi verdad y vivo y disfruto de la vida siendo consecuente con lo que digo y lo que hago. Trabajo en Canarias, me importa mucho Canarias y no distingo entre clases, obreros o empresarios porque la Revolución Francesa terminó hace tiempo. Gracias al Social Media podemos compartir muchas veces sin categorías, nacionalidades, cargos o filiaciones políticas y por ello creo que todas las personas responsables del aprendizaje de los jóvenes tienen la RESPONSABILIDAD SOCIAL de mostrar el mundo que es, además del mundo que quisieramos tener.

Me voy a trabajar, porque como emprendedora el horario no siempre termina a las 6 de la tarde.

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3 comentarios »

  1. Advertencia: He recibido dos comentarios a través de seudónimos. En este blog todos hablamos identificándonos con nuestro y apellidos reales y con un mail de contacto real. No acepto opiniones si se hacen de manera oculta, porque la libertad comienza con la transparencia y cuando asumimos lo que decimos. Un saludo

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  2. Interesante reflexión. En otras ocasiones me he encontrado un panorama parecido en Periodismo. Falta de enfoque y de conocimiento de la realidad empresarial, o del potencial profesional. Cuando a veces he hablado con periodistas de diferentes medios les digo lo mismo: va a hacer falta más periodistas pero no en medios tradicionales.

    Por experiencia en varios formatos puedo asegurar que cada medio tiene su propia mecánica de trabajo y que existen elementos y productos comunes en todos. La cuestión es, dentro de seis meses, un tiempo prudencial de proyección, ¿estarás alineado con el mercado?

    Vivimos en tiempo de crisis: una situación anterior no acaba de cambiar ante una que se está imponiendo pero que aún no cuaja, o se extiende lo suficiente. Cuando acabe, ¿dónde estaremos?

    Responder a esas dos preguntas puede ser la diferencia entre tener que volver a reciclarse o disfrutar del momento tan intenso y emocionante que vivimos.

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    • Paco, está claro que tu opinión vale porque desde la empresa y el periodismo digital sabes perfectamente de qué hablas. Lamentablemente lo que digo se toma como un acto agresivo y me preocupa que estos futuros periodistas ni siquiera se plantean hacer las preguntas que planteas y que yo me las hago. Qué poco sabemos de este mundo y más si ni siquiera queremos ver lo que hay en el, más allá de nuestro entorno.
      Menos mal que en eso somos privilegiados, porque disfrutamos de un espacio global que aunque virtual es tan real como el que nos hace levantar cada mañana.
      Gracias por tu opinión

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