Carmen Martín Robledo

¿Inteligencia Artificial? Sí, pero no.

Quien me conoce sabe que todo lo relacionado con tecnología forma parte de mi vida desde hace décadas. Por supuesto que estoy muy a favor de la Inteligencia Artificial y su uso no es novedoso en mi caso.

Recuerdo que una de las primeras veces que escuché sobre ella fue en Manchester, estaba en Granada Center for Visual Anthropology, participando en un postgrado intensivo de Antropología Visual que incluía la realización de un documental etnográfico «a pie de calle».

Decidimos salir por la noche y terminamos en un lugar donde había música latina y fue donde por «casualidad» conocí a Arturo, un colombiano que era profesor en la Universidad de Manchester, concretamente «Doctor en Inteligencia Artificial» dedicado a la mejora de la traducción digital semántica. Tenía 32 años, ahora tengo 59 así que ya hace unos cuantos años que escuché y viví lo que era la inteligencia artificial y sus usos y beneficios para la humanidad.

¿La IA nos sustituye o nos ayuda?

Frente al uso de la Inteligencia Artificial como siempre, hay que saber qué hacer, cómo y para qué. He podido descubrir por ejemplo, casos en el que el ChatGPT se ha convertido en el «tonto útil» de personas que consideran que es el sustituto perfecto, cuando no se sienten capaces de crear contenido original o simplemente les parece que no «merece la pena» el esfuerzo mental de redactar sobre algo, si la «máquina» lo hace en segundos.

Photo by Andrew Neel on Pexels.com

Sin embargo, ¿es este contenido realmente original? ¿dónde queda ese «toque personal» que ofrece el verdadero copywriter o redactor/a creativo/a?

Esta es la cuestión, cuando se confunde el verdadero valor de la máquina como apoyo de nuestro intelecto, dejamos de usar nuestro «cerebro» y pasamos a ser seres pasivos sin criterio propio. El pensamiento crítico desaparece y nos vamos embruteciendo sin apenas darnos cuenta.

En la ilustración muestro una versión del propio Chat GPT de cómo podría representarse a esta persona que deja de documentarse para basarse simplemente en lo que un «chat» le ofrece como respuesta.

Imagen obtenida con Chat GPT 4

IA sí como herramienta inspiradora

Como he dicho al principio del post, claro que creo en la tecnología al servicio de las personas y soy la primera en beneficiarme de ella mes a mes. Por supuesto que uso y mucho Chat Gpt porque me sirve como inspiración de frases, de ideas, de programas, de tendencias, en el campo de la redacción creativa. Sin embargo, este artículo no sería el mismo si no redacto de una forma personal y subjetiva que solo yo puedo hacer, y claro está, solo yo puedo tener mi punto de vista que nunca ninguna máquina por muy inteligente que sea podrá tener.

También son muchas las empresas que usan la IA para mejorar procesos automáticos, como es el caso de programas que uso habitualmente, entre ellos Canva, CapCut, Google y muchos más.

La Inteligencia Artificial es enormemente útil y mucho más rápida que cualquier persona haciendo cálculos, realizando procesos «mecánicos», programando, analizando, trabajando con Big Data y mucho más. Pero también es una tecnología en continuo desarrollo llena de «bugs» o «fallos» que tenemos que detectar y saber discriminar.

La IA nos necesita para seguir mejorando y sin el ser humano desde luego no va a mejorar. Hay un enorme futuro por delante, muchos beneficios que nos permitirán usarla en procesos que no requieren de nuestra aportación personal, lo que nos dejará mucho más tiempo para dedicarnos en aspectos más importantes propios de nuestra mente privilegiada.

¿Qué opinas sobre la IA? Me encantaría conocer tu experiencia en su uso y si estás a favor o en contra de ella. ¡Te leo en los comentarios!

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