Lola Urbano: Quise ser hombre y he llegado a odiar mi parte femenina con la que ahora me reconcilio y enamoro cada día

LA ENTREVISTA

• Cuéntame a qué te dedicas

Fundamentalmente, me dedico a buscarme y a encontrarme, es el trabajo más arduo que tengo y el que más me interesa. Y el que peor me sale 😉
Después de eso, mantengo una familia sana, con lo que pongo así mi contribución a la paz del mundo y a la mejora de la especie (sobre todo masculina, tengo dos hijos varones)
Para ganar dinero trabajo en una escuela pública donde me encuentro muy bien, y a veces doy cursos de formación a otros maestros y maestras. También participo en algunos proyectos, como Grimm (http://proyectogrimm.net/)

• ¿Cuál es para tí el papel de la mujer en la Sociedad?

Me alegra que me haga esta pregunta… ¿el papel? ¿Uno solo?
Las mujeres sostenemos y mantenemos la mitad del mundo. Eso en teoría.
En la práctica tiramos del carro de al menos las tres cuartas partes de la Tierra. Y eso da poder y cansa mucho, así que yo estoy por ir soltando lastre y dedicarme a las cosas que me gustan sin sentir esa necesidad (que no traía de nacimiento) de salvar al mundo y a los que me rodean (un acto de soberbia muy de mujeres con ciertas creencias).
La parte que nos ha sido asignada tras siglos de desvaríos que no terminan, no es la más divertida. Solemos hacer trabajos menos vistosos, peor pagados y menos valorados. Especialmente, el de quitar la roña de los demás, sean familiares o no. Trabajos de cuidadoras fundamentalmente.
Y claro que hay cosas que han cambiado, pero de una forma ridícula en cantidad y calidad.
Para mí, en definitiva, el papel que tenemos o que deberíamos tener es el de personas de pleno derecho. Pero eso sólo se conseguirá cuando las propias mujeres, en masas enormes, se lo crean.

• ¿Has sentido discriminación por ser mujer?

Sí, muchas veces. Desde que nací hasta hace un rato. Y me empezó a irritar casi desde el primer día que me di cuenta. Tenía un hermano sólo 13 meses mayor que yo y las diferencias de trato, regalos, atenciones, etc. eran bestiales. Yo preguntaba por qué y cuando alguien se dignaba responderme era algo así como «eso es así, los niños no limpian». Sobre los 9 años empecé a decir no a hacerle de criada y hasta hoy sigo en mis trece con el resto del mundo, pero con recaídas. Los milenios, que pesan mucho.
Quise ser hombre y he llegado a odiar mi parte femenina con la que ahora me reconcilio y enamoro cada día, de la vida, de otras mujeres y de los hombres buenos.
Ahora me lo tomo con más calma, pero sigue sin hacerme ninguna gracia. Jamás me reiré de eso salvo en <modo terapia on>

• ¿Qué piensas de la discriminación positiva?

Bueno, no es lo que a mí me gustaría estar viviendo, pero creo que es una forma más de llamar la atención y de empezar a cambiar las cosas, y en principio no me molesta… aunque tampoco me gusta mucho… claro que si no fuera así…
Prefiero que ofendan a Bibiana Aído y a mí con ella antes que seguir viendo trajes grises de hombres grises en todas las fotos de los que manejan (que no mueven) el mundo.
Lo que me aterra es ver que las mujeres que se benefician de esta discriminación «positiva» enseguida se acoplan (no todas) a la forma de hacer de ellos (no todos) y de hablar y casi de vestir.
Pero es igual, mientras exista esta discriminación (que no es positiva porque una discriminación nunca puede serlo) y otras mil que siguen como el primer día, nada cambiará.
¿La solución? En ellas, en mí, en nadie más. Ya no es tiempo, en el mundo occidental, de esperar a que ellos (papás, maridos, jefes) nos solucionen la vida y los problemas. Con su compañía y su apoyo, mucho mejor, pero las protagonistas de nuestras vidas somos nosotras, ¿quién si no?

• ¿Qué piensas de las Redes Sociales?

No pienso en ellas, las disfruto.
Un invento genial que me evita ver la tele para informarme e incluso para entretenerme.
Un balcón al mundo, un patio de vecinos, unas sillas en la puerta de una casa andaluza en noche de calor… una delicia… y una mejora sustancial en mi forma de trabajar.

• ¿Por qué la mujer tiene menos presencia en Internet?

Pues cada una tiene sus motivos y generalizar ya sabemos lo que es, pero en lo que yo conozco y detecto entre mis colegas de trabajo, mujeres en su mayoría, el uso habitual del ordenador como herramienta de trabajo se convierte en su trabajo número tres, cuando no el cuatro. A la hora de coger el ordenador (si los hombres de la casa lo dejan libre) ya están demasiado cansadas para leer la última disertación de Enrique Dans sobre networking o el último artículo sobre CCBB y PDI de Marqués, pongo por caso.
Algunas lo usan más para enviar ppts sentimentales, escribir a la familia o buscar pareja y chatear, pero poco más. Hace poco supe que hay muchas amas de casa, casadas, buscando vidilla en las páginas de contactos.
El desconocimiento de las posibilidades que tiene un ordenador.
Creer que es un reino masculino más.
Creerse que hay que saber manejar tornillos de diversos tamaños.
No tener ordenador propio.
No tener ganas y creer que no le gusta (no lo han probado)

No sólo tenemos menor presencia, también tenemos una presencia diferente, en campos diferentes y trabajamos o escribimos sobre temáticas diferentes.

Obviamente, mis datos son limitados, pero no hay que ser una lincesa para darse cuenta de lo que hay. A poco que te fijes… 😉

• Qué consejos les darías a las mujeres que no se atreven a dar el primer paso de participar en Internet

El primer paso que debe dar una mujer que quiera (si no quiere, no hay nada que decir) cambiar de rollo no es conectarse a Internet, que también, sino saber qué quiere e ir a por ello. Luego le diría que en la Red seguro que encuentra algo que le sirva de apoyo para conseguir sus objetivos, del tipo que sean.
Pero consejos no, le daría información y que ella use lo que le sirva.
(En secreto, le recomendaría un MacBook, una cámara de fotos y un iPhone 😉

• ¿Como crees que se debe actuar con la Violencia de Género? ¿Crees que se hace lo suficiente?

No se hace lo esencial que es cambiar la educación en casa, en la escuela y en la tele. Sanando las heridas de las mujeres y su baja autoestima, podrán decidir si quedarse o irse, y ponerse a salvo llegado el caso. Y educar hombres sanos, respetuosos y capaces de disfrutar con las mujeres tal como son, entre iguales, y no sintiendo (porque así se lo han hecho creer) que son seres de su propiedad.

La violencia toda y la violencia contra las mujeres especialmente, se basa en una enfermedad, la codependencia, que está tipificada por la OMS y que nadie se da por aludido o aludida cuando se la nombra.
Hay muchísima gente que padece esta enfermedad, especialmente mujeres, que creen que no son personas completas (simplificando mucho) sin un hombre. Es tanta su necesidad de no estar solas (fomentada desde pequeña por su propia madre, codependiente también) que se quedan con sus asesinos y no son capaces de ver el peligro que corren.
El caso reciente del juez y la notaria que casi se matan en su casa es un gráfico penoso de lo que puede haber y no se ve. Hay que saber que nadie está exento y que cuando la puerta de un hogar se cierra, nadie sabe qué pasa dentro… y en algunos hogares, la navidad es como estar en Auschwitz.

• Otros:  ¿Sabes de algún producto que elimine el pintalabios permanente sin arrancarte el pellejo? ;DDDD

• BLOG: http://navegarsinnaufragar.blogspot.com/
• http://mariamancini.blogspot.com/

• Twitter: http://twitter.com/nololamento