Llega un momento en la vida que tienes que responder ante acusaciones que ofenden, duelen, humillan. Hoy he recibido del propietario del piso un correo que por email le han mandado del condominio, quejándose del comportamiento de mis mascotas y de mis responsabilidades.
Ufffffff, no saben cómo estoy en estos momentos, porque durante todos estos meses he vivido pensando que esta comunidad era ideal y hoy me han lanzado un vaso de agua fría de realidad.
Aquí están, los que odian a los animales y les molesta todo de ellos y si es necesario, pues se inventan situaciones inexistentes que no pueden demostrar cuyos culpables claro, somos las personas más vulnerables porque somos de alquiler.
Pero ¿quién ha dicho que vivir de alquiler implica aguantar estas gilipolleces? Queridos vecinos y vecinas implicadas en este hecho, desde luego han tocado mi fibra sensible y guerrera y mañana me encargaré de tapizar el edificio con el comunicado que a continuación comparto en mi blog. Eso sí, no incluyo datos del lugar ni de la comunidad porque no quiero un club de fans esperándome jajaja.

Mi respuesta
Estimados Señores Comunidad de Vecinas y Vecinos:
En primer lugar indicarles EXPRESAMENTE que hablo a título personal y por tanto espero
que en ningún momento involucren al propietario del piso donde vivo.
Como muchas personas saben en este edificio, tengo mascotas (perritos) de pequeño tamaño que paseo regularmente ATADOS para que como todos los animales de este tipo puedan hacer sus necesidades fisiológicas en las zonas exteriores.
Como seguramente han podido ver, todas las mañanas en la mayoría de los casos a eso de (omito este dato) acompaño a mi madre de 97 años a subir a su guagua para el Centro de Día y aprovecho para darles un paseo.
Además de llevar mis perros atados, tengo un bolso con una botella de agua para los orines (cuando no hacen en tierra) y también bolsas suficientes para los excrementos.
Hoy me ha sorprendido y dolido muchísimo una carta que le han enviado al propietario de la vivienda donde vivo como inquilina. No solo por el contenido de la carta, sino por el remitente y la forma de comunicarlo, me he sentido literalmente ninguneada por esta comunidad.
He sido propietaria e inquilina en muchas ocasiones, con 59 años es lo que tiene, te sobra experiencia vital; jamás he visto y he actuado de esta forma, porque lo primero que se entiende en una convivencia es que no hay personas de primera o personas de segunda y si hay algún problema que se considera deben solventar conmigo, evidentemente DEBEN hablarlo conmigo. El propietario está para otro tipo de decisiones que atañen al edificio, no para temas comunitarios internos, de hecho deberían revisar la Ley de Propiedad Horizontal y las normas de convivencia antes de tomar semejante decisión por escrito.
La carta/comunicado
Al propietario de mi piso, le llegó un correo desde (omito este dato), con el siguiente texto y cito literalmente:
“Nos dirigimos a usted para informarle que se han recibido quejas en relación a su vivienda (omito este dato).
Según nos indican en la vivienda habitan varios animales, perros, han observado en alguna ocasión que dichos animales hacen sus necesidades en las zonas comunes y sus dueños no se hacen responsables de limpiarlas.
De ser cierta esta información, le informamos que la presencia de animales domésticos no representa en sí mismo ningún problema, es más, las mascotas mejoran la calidad de vida de muchas personas y familias.
Ahora bien, la responsabilidad del cuidado de las mascotas es exclusivamente de sus dueños que deben hacerse cargo obligatoriamente de dichos animales, máxime con la entrada en vigor de la nueva normativa respecto al maltrato animal que impone penas considerables a los que la infrinjan.
Por lo tanto, les recordamos que aquellos que tengan mascotas, deberán tener en cuenta lo
siguiente:
1.- Los animales que transiten por las zonas comunes, deben estar sujetos con correa y bozal en aquellos casos de animales considerados raza peligrosa.
2.- Si por un descuido los animales ensucian las zonas comunes, el titular del animal debe obligatoriamente recoger los excrementos y orines.
3.- Los perros se comunican ladrando, pero esta práctica no debe ser molesta para el resto de los vecinos, debiendo responsabilizarse el dueño de tomar las medidas necesarias para evitar que el animal ladre constantemente.
Rogamos ponga en conocimiento de sus inquilinos las quejas recibidas, para que estas conductas no vuelvan a producirse.
Agradecemos su colaboración, reciban un cordial saludo.”
Ante esta carta mi enfado, si les soy sincera, ha sido monumental, porque el regaño desproporcionado no tiene ningún sentido y las acusaciones sobre mis perros concretamente no las entiendo y les hago a todas las personas que lean esta carta, la siguientes preguntas y espero que en algún momento personalmente o mandando una nota por el buzón me puedan contestar:
● ¿Por qué tengo que enterarme de esta forma que hay algo que está molestando en este edificio sobre mis animales y mis responsabilidades?
● ¿En qué se basan para determinar que mis perros son culpables de esto?
● ¿En qué momento han visto que mis perros han defecado y orinado en las instalaciones y yo no he hecho nada de forma deliberada?
● ¿Por qué jamás en todos estos meses de excelente convivencia nadie me ha alertado de que mis perros ladraban en exceso?
● ¿Saben cuántos perros hay en este edificio? Afortunadamente más de 30 seguramente, prácticamente en cada piso hay una mascota.
● En mi caso mis mascotas son todas rescatadas, tienen chip y están castradas. ¿Ladran? Evidentemente y salvo que PERJUDIQUE seriamente el bienestar de la comunidad, desde luego no lo prohíbe la ley.
● ¿A los vecinos que cantan a todo volúmen, a los que juegan a videojuegos, a los que tienen niños que hacen ruidos, a las obras interminables, qué hacemos con ellos? Yo les respondo: TENER EMPATÍA, que es lo que falta en esta comunidad de propietarios cuando permiten que se emitan este tipo de correos.
Soy periodista, docente y por tanto estoy acostumbrada a lidiar con todo tipo de personas, así que no es la primera vez que personas que no “soportan” a los animales inventan historias como esta sin ningún sentido. Pero esta historia se acaba aquí y la próxima vez que ustedes consideren como propietarios de este edificio que mis animales están teniendo un comportamiento inadecuado y que yo no he recogido algún excremento, primero piensen si realmente han sido mis animales y llamen a mi puerta, porque les
informo que posiblemente sea una vecina que SIEMPRE o casi siempre está en la vivienda porque TELETRABAJO así fíjense por donde, lo improbable que es que mis perros ladren continuamente, a tal punto de ser insoportable o defequen o meen en la comunidad.
Por cierto otra aclaración, les informo que soy la ÚNICA propietaria de perros en el edificio que usa pañales con sus animales en la vivienda, precisamente para que la propiedad nunca se vea afectada por los orines de mis animales.
Y finalmente si van a relacionar la “ley de maltrato animal” con este hecho, les recomiendo que la lean, porque quizás el maltrato está en las injurias de las personas que sin pruebas me acusan y en la advertencia que calle a mis perros. Enviaré dicha ley a la comunidad por correo electrónico, junto con esta carta, que me encargaré de difundir a todas y cada una de las personas habitantes de este edificio, vía buzoneo, carteleras y ascensores.
Gracias por su atención y de paso les paso mi perfil en LinkedIn así conocen un poco más de mi vida profesional, ya que al parecer mi vida personal ya la tienen clara.
Carmen Martín Robledo
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/carmenmartinrobledo/
Epílogo
Ahora toca difundir este comunicado que mañana será impreso y buzoneado para que todas las personas habitantes de esta comunidad sepan y conozcan mi parecer.
Qué desagradable resulta a veces la convivencia cuando no existe la comprensión. Pero cuando se cruza la línea del respeto, entonces hay que actuar.
¿Has tenido una experiencia similar? ¿Cómo has actuado? Espero tus comentarios que siempre sirven de ayuda.

Deja un comentario