Carmen Martín Robledo

La amistad, un valor añadido

Recientemente leí en Twitter a Fátima Martínez López @fmlopez48 recomendar a un compañero de Canarias Oliver  Serrano @OliverSerrano como profesional del Social Media, incluyendo en su frase «sin duda». Este comentario y recomendación absoluta me sorprendió teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que se quedaron fuera de dicha recomendación. A Fátima que conozco desde hace bastante tiempo la sigo por su trabajo y está claro que es una excelente profesional y por ello le hice saber de forma un tanto irónica que en Canarias somos muchas las personas que trabajamos en Comunicación y que «sin duda» queremos ser reconocidas por nuestra labor, más aún siendo Fátima referente en este mundo y teniendo en Twitter más de 12.000 followers lo que hace que su recomendación obviamente tenga peso mediático en esta red social.

La conversación finalizó cuando Fátima me dijo que Oliver además de profesional era su amigo y claro como le indiqué frente a la amistad no tengo nada que objetar, porque ahí los criterios de selección varían mucho.

Oliver es un buen profesional y en la psicología plantea temas de bastante interés teniendo en cuenta que el Social Media se compone de personas y yo también le sigo y leo a menudo,  pero le comenté a Fátima que quizás al estar en Madrid desconoce a mucha gente que trabaja en comunicación desde hace años en Canarias. El tema entonces sería ¿si alguien te pregunta por alguna recomendación de una persona concreta, quizás usar un DM sería lo adecuado? O ¿no? Me puse a pensar sobre esta situación y está claro que lo mismo que hizo Fátima lo podría haber hecho o ya lo he hecho sin percatarme de los que quedan fuera. ¿O por ejemplo es diferente cuando recomiendas un hotel o una compañía de teléfonos o una empresa que una persona?

Esta situación y muchas similares que he visto o experimentado me han hecho pensar en algo importante y que no es ninguna tontería. Es cierto que nuestro currículum y nuestra experiencia son fundamentales pero también es cierto que la empatía y el crear un círculo de amigos con intereses comunes también será importante para nuestra profesión.

Pero también me queda la duda porque ¿es lícito que la amistad sea un valor añadido a la hora de recomendar a alguien? Posiblemente dependerá del lugar donde nos movamos y del proceso de selección del que hablemos o del entorno de influencia.

En este post no tengo respuestas ni tengo claro que sea o no adecuado el criterio de la amistad, lo que es evidente es que sea de forma consciente o no, para todas las personas la amistad y quizás en algunos casos no la amistad sino la empatía será un valor añadido a tener en cuenta y que nuestra «popularidad» en el Social Media desde luego será otro de los tantos condicionantes para que nos reconozcan como buenos y buenas profesionales.

Finalizo diciendo que tanto Fátima Martínez López como Óliver Serrano son profesionales y que en este caso sus nombres son la anécdota de referencia en este post, de hecho he recomendado a una serie de Periodistas de Canarias en @140Principales y he dejado muchos fuera.

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8 comentarios »

  1. Buenas tardes Carmen, antes de nada muchas gracias por las estupendas menciones.
    Ahora que ya estoy en casa y con tiempo te dejo mi visión sobre el tema.
    Efectivamente es complicado recomendar personas, pero sinceramente en este caso podía arriesgarme a recomendar a Oliver ya que como te he comentado en Twitter no solo tengo la percepción de su profesionalidad, si no que además hemos colaborado en un proyecto y así me lo ha demostrado.
    Además me une una amistad personal con él desde nuestros comienzos en Twitter y aunque el viva en Canarias y yo en Madrid, hemos tenido la oportunidad de vernos personalmente en varias ocasiones.
    El famoso networking no es más que fomentar el conocimiento y las relaciones humanas para que, si es posible, se comparta no solo experiencia y ayuda si no también trabajo y más en estos tiempos tan complicados que nos ha tocado vivir.
    En ningún momento he querido menospreciar al resto de profesionales canarios, como te indicaba además de a ti, a @Martarruiz (con la que también he colaborado), también conozco a @elgauchocanario desde hace tiempo y en su día estuvimos a punto de colaborar, aunque finalmente decliné la propuesta porque entendí que el tema excedía mis competencias.
    Por tanto para mi la amistad (una vez demostrada la profesionalidad) es un plus inequívoco para recomendaciones y no solo en Social Media si no en todos los campos de la vida.
    Prácticamente en todos los trabajos que he tenido por cuenta ajena, he accedido gracias a la recomendación de mis amigos 1.0 y eso no quería decir que fuera la mejor para desempeñar el puesto, si no que dentro del elenco de profesionales que cumplíamos una serie de requisitos. pesaba mucho la opinión de amigos que conocían personalmente mi trabajo.
    Recomendar a alguien que no conoces lo suficiente por muy bien que te caiga es muy arriesgado si no sabes realmente como trabaja.
    Perdona la extensión pero me parece un tema apasionante.
    Un fuerte abrazo

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    • Gracias Fátima por tomarte el tiempo de tu respuesta. La verdad es que en este caso fue una reflexión que partió de mi respuesta a tu recomendación, como sabes no por falta de profesionalidad sino por sentir que se deja fuera a gente. Pero después me di cuenta que yo también tengo amigos y recomiendo o he recomendsdo de la misma forma. Quizás el único matiz se lo dije a Alfonso Alcántara y a Francisco Alcaide está en el peso de quien recomienda como es tu caso (o el mio en menor medida) y además en términos como «sin duda». Creo que pasa la mismo con las listas de los 10 mejores o los 10 emprendedores de éxito o las 100 mujeres a quien seguir, etc etc… Siempre quedarán muchas personas fuera y esto produjo mi duda sobre lo que debo o no hacer. Estás en todo tu derecho de recomendar a quien conoces y seguir los criterios que consideres. Y como me dijo claramente Alfonso, si escojo a una persona para salir esto no quiere decir que las demás las haya rechazado. Como le dije a Alfonso desmoronó mi trauma ético en una oración de manera muy certera. Un beso Fátima y ya sabes como te dije que espero ser tu amiga 🙂

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  2. Hay que fijarse a quién recomiendan pero también por qué le recomiendan 🙂 Buena reflexión, darling

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  3. Opino que es válido recomendar por amistas, siempre y cuando la se cumplan los requisitos que se demandan. Es cierto que recomendar a unas personas supone dejar a otras fuera, pero es lógico que pensemos en quienes tenemos cerca, a quienes queremos y/o admiramos para facilitarles el camino.

    De hecho ¿no nos decepcionamos cuando alguien cercano no nos tiene en cuenta? La rede de amistades se esta demostrando como la mejor vía de búsqueda de empleo, si esta es la realidad ¿por qué no recomendar a quien se que vale, que esta preparada/o?

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  4. En mi opinión, es perfectamente lícito que la amistad sea un valor añadido a la hora de recomendar a alguien, siempre y cuando se deje claro que tu recomendación está basada, además de en criterios objetivos, en criterios emocionales. Además, me parece que la parte emocional siempre va a tener un gran peso en nuestras recomendaciones, y no veo nada de ilicito en ello.

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