Coaching Ejecutivo ¿para quién?

En Canarias existen muchas iniciativas que tienen como objetivo que las personas aprendamos a ser buenas empresarias y buenos empresarios. La Fundación Fyde de Caja Canarias nos ofrece una nutrida oferta de cursos y he sido alumna de gran parte de ellos y suelo estar satisfecha porque siempre aprendemos (bueno, casi siempre) . La labor de quien coordina estas acciones es realmente buena y creo que hay que reconocer cuando las cosas se hacen bien.

Sin embargo hoy asistí a un curso del que me fui a las dos horas de comenzar.  El título prometía: «Coaching Ejecutivo» y el programa estaba dirigido a las personas que dirijen empresas. D. José Manuel Benavent Perucho ha sido el conferenciante y su amplio curriculum se relaciona exclusivamente con la formación en Coaching. Cuando he hecho una búsqueda de su perfil, me he dado cuenta que tiene una página que enlaza a un portal en venta y que en Linkedin tiene 4 contactos. Además pude ver una Red Social de Ning, pero su perfil es privado, así que no tengo muchas referencias a través de la Red.

Pero ni todos tenemos que estar en la Red, ni que estemos en muchos lugares es el reflejo de que somos «muy buenos», así que quizás esto solo puede ser una anécdota frente a mi renuncia al curso.

Llegué un poco tarde (muy mal, lo sé) y vi que el auditorio estaba lleno. Me sorprendió positivamente puesto que eso quería decir que allí había mucha gente que como yo quería mejorar en la dirección de su empresa y caí en las redes del encanto de José Manuel que tiene una gran capacidad de comunicación y que es realmente hábil a la hora de conquistar al público presente.

Las risas que en un principio compartí empezaron a preocuparme, porque me estaba dando la sensación de estar frente a una persona que «hacía muy bien su papel de orador» pero lo que decía cada vez me gustaba y me convencía menos.  Escuchaba frecuentemente que los «jefes son los malos», que los datos indican que más del 70% de los empleados estaban descontentos y ante estas afirmaciones, aplauso general. Entonces comprendí que en esa sala eramos pocos «jefes» y que estaba ante la «Belen Esteban» del Coaching, gran popularidad mediática hablando sobre lo que la gente quería escuchar, algo así como el «Robin Hood» de los empleados.  Tengo 45 años y durante más de 20 he sido empleada y también me han tocado jefas y jefes puñeteros, porque detrás del título hay siempre una persona que es puñetera sea jefa o no.

Mientras esto pasaba, yo pensaba en el tiempo que estaba invirtiendo y en el poco resultado que conseguía. Entonces vino el primer ejemplo y presenciamos cómo era un «jefe malo» y cómo para él, «era un jefe bueno» gracias a las técnicas del coaching.  Ese jefe bueno, nos escucha, nos permite participar, nunca nos alza la voz y además nos pregunta «cómo queremos trabajar» y encima nos pide permiso para ver cómo trabajamos o nos consulta cómo nos tiene que tratar.  Todo con una «vocecilla» que ralla en una dulzura que me estaba poniendo «mala».

Pero alguien se me adelantó, un joven empresario llamado Manuel que le dijo a José que no estaba de acuerdo y que era irreal ese ejemplo de «coaching» y agradecí sus palabras porque era lo que yo pensaba y con mi pasión a la hora de hablar posiblemente hubiese entrado en un debate «poco» asertivo. Para Manuel y para mi la primera opción de lider «dictador» no es buena, pero la segunda opción de asertividad eterna como que tampoco.  Y es que ¿por qué si somos los expertos en los procesos de nuestra empresa les preguntaremos a nuestros empleados cómo quieren hacer el proceso sin haber explicado nuestras directrices?. Una cosa es que las personas colaboremos pero otra muy diferente es que no exista ninguna estrategia ni que se valore la experiencia de los líderes, emprendedores o directivos.

Hoy justamente mantuve una reunión con el grupo que estamos trabajando en el I+D+i y cada uno expuso lo que hacía y fue una maravilla porque todos hablamos y opinamos, pero antes existió una idea, un proyecto y una gestión que logró que nos dieran una subvención.  Por tanto, emprendedoras y emprendedores, así como los empleados son importantes y cada uno de ellos tiene sus funciones y sus deberes y derechos por supuesto.

Cuando llegó el momento de las estadísticas de importantes revistas estadounidenses y de la Universidad de Alcalá, que obviamente venían a corroborar que el problema de las empresas son sus directivos y dueños, entonces no pude más y «saqué todo lo que tenía guardado».  Apoyé la tesis de Manuel y expliqué mi sensación de ser una de las pocas empresarias de la sala puesto que cuando hablamos de jefe malo todo eran risas y aplausos y que más que estadísticas y ejemplos poco creíbles me hubiese gustado tener realidades, ejemplos de empresas que fracasen porque no saben liderar y ejemplo de empresas que hayan mejorado gracias a su labor de Coaching. Pero no, no lo ví y lo que recibí como respuesta fue la defensa de una persona que sintió mi crítica como una agresión y que me explicó que tiene 14 años de experiencia en Coaching y que no había tenido tiempo de explicar sus técnicas. Que acababa de comenzar y que le diera tiempo.  Hubo aplausos y me callé y esperé un tiempo, una hora más, pero además de estar incómoda después de mi participación «poco asertiva» solo supe que el Coaching es lo que me explican las empresarias como Gaby Castellanos que están haciendo bien su trabajo (facturan unos dos millones este año que no ha terminado) y empresas como Learn & Show que con ejemplos reales nos dícen cómo hacer (caso Red Bull), o el grupo de Infonomía siempre lleno de informaciones relacionadas con la innovación, o el grupo de profesores de la UOC como Juanmi Muñoz de los que tanto he aprendido y aprendo, o todos los que nos contarons sus experiencias en JerezSMM o mi amiga Dolors Reig con decenas de informaciones sobre Web, contenidos y tecnología o Alfonso Alcántara y su particular forma de decirnos que nos «movamos»: menos net y más working.

La verdad es que salvo la traducción de Coach que viene de los entrenadores de Estados Unidos, poco sé del tema y me ha tranquilizado saber que tampoco se sabe mucho  y que por los momentos en la Wikipedia dicho término está «en cuarentena».

Literalmente la Wikipedia encabeza el término «Coaching» en español de la siguiente forma:

«Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada, como revistas especializadas, monografías, prensa diaria o páginas de Internet fidedignas.»

Así que recomendaría a José Manuel Benavent Perucho que comenzara por acreditar sus 14 años de conocimiento en esta enciclopedia colaborativa, porque me quedé sin saber para qué en mi empresa o en cualquier ámbito el Coaching me iba a funcionar. Por cierto, que dudo mucho que CajaCanarias use estas fórmulas de Coaching con sus cientos de empleados.  Espero con este artículo, que otros expertos y expertas en la materia me ilustren un poco más.

Carmen Martín Robledo

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